FISHER HARD FISHER Hardrock Prospecting kit busqueda ORO, bateas y complementos más Fabricante: fisher Referencia FISHERHARD EAN 089723999327
FISHER HARD FISHER Hardrock Prospecting kit busqueda ORO, bateas y complementos
Técnica de bateo.
Ya hemos dado con ese arroyuelo que aún contiene algo de ORO, aparentemente al menos, y nuestro detector nos da una señal...
¿Pero cómo podemos hacer para extraer ese ORO?
La respuesta la tenemos en el bateo.
Batear es utilizar un recipiente plano, en forma de plato hondo, para lavar las arenas separando la grava y arena y quedándonos con los materiales más pesados, cómo el oro.
Todos lo hemos visto alguna vez en alguna película del oeste, y algunos incluso lo han intentado con mayor o menor éxito.
La verdad es que no es difícil en absoluto, ...si alguien se ha molestado en explicarte antes cómo se hace...
...Y cómo me imagino que no ha sido así... pues, voy a intentar hacerlo yo.
Para batear lo primero que hay que tener, cómo es evidente, es una batea.
La batea puede ser realmente cualquier recipiente medianamente hondo, del tamaño que estimemos adecuado, con alguno de sus laterales (O todo su contorno si es circular) ligeramente inclinado.
De hecho, hasta una simple fuente tipo ensaladera, o un plato, pueden cumplir con éxito las funciones de una batea.
El material no es absolutamente indiferente y, cómo es lógico, hay algunas diferencias según el material escogido:
• El acero es mucho más resistente (Y pesado) que el resto.
• Los plásticos son ideales puesto que permiten comprobar con el detector si nuestra pepita está en la batea.
• Se pueden utilizar bateas de otros materiales que no dan señal en el detector, cómo cerámica o vidrio... pero son extremadamente frágiles.
• También existen recipientes de otros metales, cómo aluminio, cobre o bronce... pero algunos presentan problemas de oxidación o peso... o ambos... y dan señal en el detector.
Si por algún motivo nos inclinamos por una batea de acero, aluminio u otro metal "blanco" es conveniente "azularlo" poniéndolo sobre una llama viva, con la finalidad de que sea mucho más fácil ver en el hasta la más pequeña brizna de oro.
Si optamos por un material plástico, el mejor color suele ser el verde, el siguiente el negro y, en su defecto, cualquier otro color oscuro.
Cómo es lógico existen bateas en el mercado:
Yo, particularmente, utilizo las fabricadas por Garrett, de plástico y color verde, cuentan con unos "rifles" o escalones en un cuarto de su perímetro, diseñados para hacer el proceso de bateo más simple, rápido y seguro.
Diferentes tipos de bateas de distintos fabricantes y materiales.
Si os decidís a comprarlos es aconsejable que adquiráis el juego completo:
Una batea grande, una pequeña para manipular concentrados y un cedazo, todo ello de plástico verde.
No resulta una inversión excesiva y el cedazo por si sólo ya sirve para recuperar el costo del juego si lo utilizas cómo yo en la playa para cribar la arena en busca de monedas y joyas localizadas con el detector.
Una vez tengamos nuestra batea lo primero que deberíamos hacer es aprender a usarla.
Para ello, indudablemente, podemos irnos a cualquier arroyo aurífero y empezar a intentar sacar algo de oro... y si empezamos con éxito, pues magnífico... pero cómo seguramente no será así, lo más normal es que nos quedemos con la duda de si estamos haciendo las cosas bien o si lo único que hemos hecho a sido marear un poco el oro y devolverlo al arroyo.
Así pues, quizás la opción más razonable sea hacernos con algunas "pepitas" artificiales. Estas pueden ser desde simples bolitas de plomo de las que se utilizan para plomear los aparejos de pesca, muy económicas y fáciles de conseguir en cualquier tienda de artículos de pesca, bolas de rodamientos, balines de los utilizados en los rifles de aire comprimido (En forma de bola, u otra), gotas de estaño, si disponemos en casa de estaño y soldador, tuercas o, simplemente, pequeños fragmentos metálicos de clavos o tornillos; es decir, cualquier cosa pequeña, pesada y, a ser posible, metálica.
Una vez que dispongamos de nuestras "pepitas", lo único que precisamos para poder comenzar a practicar es un puñado de tierra, arena y grava, (Aproximadamente con el contenido que podemos meter en un bote de conserva de un kilo tendremos más que suficiente para un par de prácticas) y algo de agua.
El agua puede estar en cualquier recipiente lo suficientemente amplio cómo para poder meter la batea sosteniéndola con las manos, o en cualquier pila o lavabo (Si optamos por esta opción, es conveniente que dispongamos de algún recipiente donde verter los contenidos desechados de la batea, para evitar que estos, tierra, arena y gravas en su mayor parte, puedan embozar nuestros desagües. Este recipiente lo ideal es poder introducirlo en la misma pila o lavabo por debajo de nuestra batea).
Naturalmente, si tenemos la oportunidad de practicar en cualquier rincón tranquilo de un río o arroyuelo mejor que mejor.
Asumiendo que ya tenemos todo lo necesario y que estamos listos para comenzar nuestra práctica, el primer paso consistirá en, en el caso de que dispongamos del juego de bateas de Garrett, poner el cedazo sobre la batea grande, donde encaja perfectamente, y verter nuestra muestra de tierra y nuestras simuladas pepitas sobre este con la finalidad de separar los elementos (Piedras, gravas, ramas, raíces, etc...) de mayor tamaño. Si no disponemos del juego completo o utilizamos cualquier otra batea, comercial o no, procederemos a poner todo el material en la batea directamente.
Cuando se está bateando de verdad se retira la capa más superficial de grava y se busca el oro en las capas más profundas.
Es importante depositar en el cedazo, estando este sobre la batea, toda la grava y arena que extraemos el agujero, de tal forma que las partículas más pequeñas y pesadas caigan a la batea.
Con todo el material puesto en el cedazo y la batea bajo el, o directamente en la batea, según sea el caso, procedemos a sumergir en el agua todo ello, dejamos que repose en el fondo y con una de nuestras manos vamos removiendo todo el material para que se empape perfectamente. Durante este proceso se formará una "nube" con las materias más ligeras que enturbiará el agua... cuando lo hagamos en un río, la corriente, aún la más leve, se ocupará de que estas materias más ligeras sean arrastradas lejos de nuestra batea, pero en un ensayo casero no nos quedará más remedio que ir sacando la batea del agua, vaciar el agua de esta junto a los materiales en suspensión (No debéis, en esta fase, dejar salir nada "solido" de la batea) cambiar esta y volver a repetir el proceso una y otra vez hasta que al remover los materiales no se genere una nube de materias en suspensión que enturbie el agua.
Aunque no se aprecie en la foto, bajo el cedazo esta, sumergida, la batea.
Al remover la grava del cedazo con la mano los materiales más pequeños y pesados pasan a través de la malla de, aproximadamente 1x1 cm y se depositan en la batea, mientras que los materiales más ligeros son arrastrados por la corriente.
Si estáis utilizando el juego de bateas, antes de vaciar el agua de la batea habrá que quitar de encima de esta el cedazo con los materiales de mayor tamaño. Es muy importante, cuando estéis en el río, no descartar directamente estos materiales de más tamaño pues, aunque no es muy usual, podría darse el caso de alguna pepita de gran tamaño o de algún cuarzo con una veta aurífera que quedase retenido en el cedazo dado su tamaño, así pues, hay que pasar el contenido del cedazo bajo el plato del detector para asegurarnos de que nada de esto va en el.
Pese a haber lavado bien todo el contenido del cedazo, es más que conveniente removerlo un poco sobre la batea, para asegurarse de que todos los materiales que puedan pasar por él pasen.
Luego, antes de vaciar su contenido, se examina rápidamente con el detector (A mi espalda):
Si contuviese una pepita de más de 1x1 cm (El "paso" de la malla) la señal sería muy clara.
Si no utilizáis el juego de bateas deberéis ir retirando con vuestra mano aquellas piezas de mayor tamaño que encontréis entre los materiales que hay en la batea al removerlos. Estas piezas hay que lavarlas bien SOBRE LA BATEA, de tal forma que cualquier cantidad de oro, por pequeña que sea, que puedan llevar adherida se desprenda y vaya a caer en la batea. Esto no es necesario hacerlo si utilizas el cedazo, puesto que al agitar el contenido sobre la batea lo que realmente estas haciendo es lavar las piezas de mayor tamaño y dejar que todo lo de menor tamaño caiga a la batea.
Cómo es lógico, antes de descartar ninguna de estas piezas de mayor tamaño, habrá que hacerlas pasar por el plato del detector, aún en el caso de que no tengan muestras visibles de oro, pues es bastante común que una piedra contenga una veta de cuarzo no visible y podría ocurrir a su vez que esta contuviese oro.
Un detalle importante, cuando estas buscando oro de verdad, es no desechar las pellas o grumos de arcillas, yesos o similares: Estos materiales pueden contener una gran cantidad de oro, que, dada su plasticidad, haya quedado alojado en ellos. Estas pellas o grumos hay que desintegrarlos, con ayuda de nuestras manos, sobre la batea, de tal forma que se disuelvan completamente y que, si contienen algún material pesado cómo oro o plata, este pueda depositarse en el fondo de la batea.
Aún tras pasar por el cedazo podemos eliminar a mano algunos de los materiales de mayor tamaño. Eso si, lavándolos muy bien sobre la batea y depositándolos en un punto todos juntos para, al final, revisarlos con el detector.
Asumiendo que ya tenemos todo nuestro material libre de las piezas de mayor tamaño (Es decir, todo aquello que sea mayor que, digamos, una nuez o, si hemos utilizado el cedazo, que una avellana) el siguiente paso consistirá en dejar la batea sumergida en el agua e ir revolviendo su contenido otra vez con nuestra mano de tal forma que todos los materiales se humedezcan completamente y formen una suspensión que va a permitir que los materiales más pesados desciendan hasta el fondo de la misma.
Desde ahora y hasta el final de la operación, todo lo que hagamos será mucho mejor y más efectivo si podemos hacerlo con la batea totalmente sumergida bajo el agua, aunque si esta es escasa o por cualquier otra circunstancia no nos queda otro remedio, podemos hacerlo con la batea fuera del agua, conteniendo una pequeña cantidad de esta, y procediendo con extremo cuidado SOBRE TODO EN EL MOMENTO DE SUMERGIRLA EN EL AGUA PARA VOLVER"0LLENARLA, pues la fuerza del agua al entrar puede arrastrar materiales por encima de su borde.
Hasta aquí imagino que todo habrá sido bastante nuevo para vosotros... aunque no exento de una cierta lógica. Ahora viene la parte que todos conocemos y que más de una vez hemos visto en las películas del oeste:
Tomamos la batea con ambas manos y le impartimos un cierto movimiento. No es importante cómo sea este movimiento. Puede ser circular, de un lado a otro, adelante y atrás o cualquier combinación de estos que te resulte cómoda. La finalidad de este movimiento es la misma que la del paso anterior, es decir, permitir que los materiales más pesados "caigan" hasta el fondo de la batea.
Y esto es lo conocido:
Ir agitando la batea para que los materiales más ligeros se pongan en suspensión.
Llegados a este punto, se acerca el momento de llevar a cabo una de las fases criticas de toda operación de bateo:
El primer vaciado.
Esto se reduce a inclinar ligeramente la batea y dejar salir por encima de su borde una pequeña cantidad de material. Si no estas seguro de si la has agitado lo suficiente, no está de más que la agites un poco más. En los siguientes vaciados esto no es tan importante, puesto que el material ya ha sido agitado con anterioridad, una leve agitación volverá a poner todo en su sitio, es decir, los materiales más pesados en el fondo y los más ligeros en la superficie, de donde los eliminaremos con el vaciado parcial de la batea.
Si estamos utilizando una batea con "rifles" posicionaremos estos en la parte más alejada de nosotros y procuraremos que el material que vamos a verter discurra únicamente sobre ellos, de tal forma que puedan ejercer su función de retener los materiales más pesados que puedan, accidentalmente, deslizarse sobre el borde de la batea.
Si utilizamos una batea convencional sin "rifles", me temo que la única solución será extremar nuestro cuidado y no verter demasiado material en cada vaciado.
Se debe ser muy cuidadoso cada vez que se vacía material... pero mucho más en el primer vaciado, puesto que cabe en lo posible que aún no hayamos conseguido una buena suspensión o que los materiales más grandes arrastren algunos materiales pequeños y pesados en su salida.
Una vez efectuado el primer vaciado, lo que deberemos hacer será volver a poner la batea en posición horizontal y volver a agitarla para que los materiales más pesados caigan al fondo de la misma y, a ser posible, en su centro."0estas alturas del proceso bastará para ello con unas pocas y firmes sacudidas, pero, al menos hasta que tengas más práctica y te sientas más seguro de lo que estas haciendo, recuerda que un exceso de agitado lo único que produce es una perdida de tiempo...
...mientras que un escaso agitado puede producir una perdida de oro, así que no te preocupe agitarla de más.
Es mejor hacer las cosas muy poco a poco y eliminar las piezas más grandes a mano... eso si:
Dejándolas caer siempre en el mismo lugar para después poder dar un "repaso" con el detector.
El siguiente paso es proceder a otro ligero vaciado. Recuerda si utilizas una batea con "rifles" aprovecharte de estos haciendo discurrir el material que vas a vaciar por encima de ellos... y si utilizas una batea que no los tiene, vaciar sólo una muy pequeña cantidad de material.
Sólo queda proceder así, una y otra vez, siguiendo la secuencia de agitado-ligero vaciado ya descrita una y otra vez, hasta que comencemos a observar claramente en el fondo de la batea las gravas y piedras de un tamaño superior al de un garbanzo... ahora ha llegado el momento de que empecemos a extraer con nuestras manos, una a una y lavándolas sobre la batea, todas estas piedras y gravas, especialmente si utilizamos una batea con "rifles", pues estas pequeñas piedras pueden ser retenidas en los "rifles", llenándolos, y evitando que cumplan su función de retener otros materiales más pesados.
Si estamos utilizando un juego de bateas contaremos con alguna de menor tamaño que, en un cierto punto de nuestra operación, nos resultará más manejable y conveniente (Al tener sus "rifles" menor altura es más sencillo que los materiales de mayor tamaño no se queden atascados en ellos y puedan ser vaciados) por lo que podemos transvasar todo nuestro material, ya bastante concentrado, a la de menor tamaño.
La operación de transvase de materiales debe ser, cómo todas, cuidadosa, procurando que nada caiga fuera de la batea de destino. Un buen truco es sumergir esta en el agua, así los materiales al caer se lavan y se desprenden los materiales más ligeros restantes, si los hay, que arrastra la corriente.
Seguiremos pues así las fases de vaciado, agitado y retirada de los materiales de mayor tamaño (no olvides hacerlos pasar sobre el detector por si acaso) hasta que, finalmente, comenzaremos a observar en el fondo de la batea la buscada arena negra, un conjunto de óxidos metálicos extremadamente pesados que suele ir asociado con el oro.
En esta fase ya es posible que podamos ver entre la arena negra alguna pepita. Si es así, interrumpiremos el proceso y con la ayuda de unas pinzas, o nuestros dedos, si es lo suficientemente grande, la retiraremos de la batea y dispondremos de ella adecuadamente en alguna botellita o frasquito al efecto (Van muy bien las cajas de plástico transparentes de los carretes de película fotográfica). Es importante que esta operación se realice sobre la batea, por si acaso la pepita escapase de las pinzas y volviese a caer que no lo hiciese en un lugar donde habría que volver a hacer una gran cantidad de trabajo para recuperarla.
En ocasiones, durante el proceso de transvase ya puede llegar a apreciarse la presencia de alguna pepita...
...aunque lo más normal es que pase inadvertida, cómo sucedió con esta:
Sólo su brillo ante el flash de la cámara revela la presencia en la foto.
Seguiremos después con el proceso de lavado y retirado manual de pequeñas gravas, hasta que, finalmente, no reste más que arena negra, pequeñas pepitas y polvo de oro en la batea.
Para retirar una parte de la arena negra se utilizan unos imanes especiales, contenidos en un recipiente plástico, que al realizar presión sobre el extremo aproximan el imán al fondo del contenedor, de tal forma que puede adherirse el material ferromagnético mezclado con la arena negra a su fondo. Luego, al retirar el recipiente de la batea, basta con dejar de hacer presión sobre el extremo para que el imán ascienda y se libere todo el material ferromagnético adherido.
Este tipo de imanes resulta muy conveniente, ya que nada puede permanecer pegado a su fondo si no pulsamos el embolo superior y hacemos descender el imán. Basta relajar la pulsación para que todo el material recogido se desprenda.
Tras esta operación en la batea sólo quedará aquella parte de la arena negra que no sea magnetizable y el oro, plata, cobre, plomo, etc... no magnetizable. Llegados a este paso, hay otro accesorio del que debemos disponer para continuar retirando las trazas de oro de la batea:
Una botella de succión.
Además de las botellas de succión en proveedores especializados en material para laboratorios se pueden conseguir pipetas de succión, conocidas entre los buscadores cómo "pinzas de succión"
Esto no es más que una pequeña botella de plástico flexible, del tipo de un vaporizador nasal o similar, dotada de un tubito que llega en su interior cómo hasta una mitad de la misma, con la finalidad de que al apretarla en posición invertida no expulse el oro que pueda haber en su interior, si no tan sólo el aire o el agua que contenga, y que al liberarla con el extremo del tubito junto a una brizna de oro el efecto de succión arrastre esta al interior de la botellita junto con el agua y una muy pequeña cantidad de arena negra.
Al final sólo los materiales más pesados (Cómo el oro) quedan en el fondo.
Una vez recuperado por medio de este sistema la mayor cantidad de oro posible, ahora viene una de las partes más técnicas y complicadas:
Separar el polvo de oro de la arena negra.
Esto se puede hacer de varias maneras.
La más segura para tu salud es sacar la batea del agua y verter casi toda el agua de su interior, luego, con un proceso giratorio que forme una pequeña &